Día a día con Monseñor Romero : (meditaciones para todo el año) Óscar Arnulfo Romero
- revprobertosanchez
- 6 feb 2024
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Los halagos del perseguidor
Primero la persecución trata de halagar, de domesticar; y cuando uno se doblega ante estos halagos, pues no hay necesidad de perseguirlo, ya está vencido. Por eso, mucho cuidado, queridos hermanos, no se dejen halagar. Cuando el halago viene del pecado, y cuando se trata de no molestarse, de no sacrificarse, de estar bien, de instalarse cómodamente en la tierra, eso es malo, porque entonces ya uno se hizo también perseguidor (Homilía 25 de noviembre de 1977, I-II p, 340).






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